viernes, 10 de abril de 2009

sesión privada

¡La clase anterior solo fue una niña a la clase! Bueno, en realidad que no me sorprendió porque los niños están de vacaciones durante esta semana.

Cuando entré a la biblioteca, miré a una pequeñita con las piernitas cruzadas leyendo una revista en el sillón de la biblioteca. Cuando me vio exclamo, “¡ya!” con una vocecita inquieta. Ambas nos dirigimos al salón de clase en planes de comenzar pero con ansias esperando a más niños. A medida que el tiempo iba pasando nos dimos cuenta que nadie iba a llegar. Y Brenda le dice a su mamá, “mami mejor, una sesión privada para mí.” Yo me sentí bien conmovida y me di cuenta que no es necesario tener un salón lleno para enseñar. Me sentí tan contenta al darle su sesión privada que me encantaría hacerlo con cada niño.

Juntas repasamos en el pizarrón lo que compone una oración y le empecé a enseñar sobre las reglas de acentuación. La sesión fue dinámica y divertida porque la niña es bien activa e inteligente. Cuando le enseñé las reglas de acentuación, ella y su mamá se carcajeaban mientras les decía que siendo que la palabra “mamá” rompe la regla de acentuación se le castiga con una tilde. Y la niña dice "¡y a papá también hay que castigar!

¡Que linda clase! Aunque extrañé a todo mundo, me sentí muy contenta al haber ayudado a Brenda.

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