martes, 17 de marzo de 2009

Revolución de ideas después de la revolución en clase

Hoy me sentí en medio de una revolución de pequeñines dirigidos por cinco cabecillas que trataban de entrenarlos mientras cada pequeñín quería hacer de las suyas. Nuestra clase de hoy comenzó con distraimiento tempranero porque las “girls scouts” estaban ocupando el salón y no salieron hasta después de la hora adecuada. Honestamente, esto me incomodo porque yo he reservado el salón desde las 3:30 hasta las 5:30 para que nos dé suficiente tiempo para empezar temprano o terminar tarde. Además, ya es la segunda vez que este inconveniente pasa. Mas dejaré de quejarme y espero que después de hablar con la señora encargada esto se resuelva.


El objetivo de la clase de hoy era hacerles un examencito a los alumnos sobre el abecedario. José y Cristina estaban haciendole la prueba a cada niño usando un sitio cibernético fenomenal con animación sobre el alfabeto. Mientras cada par tomaba el examen, Ale y yo comenzamos a jugar un juego con el resto en el pizarrón. Luego tuve que dejar a Ale solo para encargarme de los que pasaban el examencito. A ellos, les hice un dictado y a través de un repaso minucioso me encargue que supieran el alfabeto. Luego pasamos al pizarrón a corregir los errores gramaticales más comunes tales como el deletreado de “quiero” y las dos maneras de escribir “porque,” “¿por qué?”
Mientras instruía a los niños, de reojo veo que Ale estaba en una esquina con un grupito dibujando el alfabeto con las manos en el aire. Me pareció tan gracioso y efectivo que no quise decirle nada a Ale, más que por este medio.
A medida que la clase culminada el ‘boleto’ para comer era saber los dos puntos que recalcamos en clase o sino escribirlo en el cuaderno para llevarlo como tarea. Ahora la disparidad que había al principio de la clase se está disipando, pues para la próxima clase queremos dividir la clase en dos. Eventualmente, esperamos que todos los niños se emparejen en el conocimiento y que podamos dar una clase unida para todos sincrónicamente.
Siempre hay una clase que nos enseña en que tenemos que mejorar y para mi, esta fue la clase que me indicó que tengo que inventarme nuevas maneras de acoger la atención de los niños rendidos de estar en programas educativos todo el día.
Nosotros somos lo último escolar que ven y pues bueno, no queremos que se desanimen. Por tanto, quizás sea bueno cambiar la estructura de la clase para hacerlo más dinámico. Uh, según escribo me llueven ideas en la mente.

¡Suerte a todos!

2 comentarios:

  1. Hola Liana! Es un gran reto enseñar una clase tan grande como la tuya. Lo bueno es que tienes bastante ayuda. Es muy cierto lo que dices de cambiar la estructura y hacerla más dinámica para cautivar la atención de los ninños que llevan todo el día en un salón clases. Es importante cambiar de vez en cuando no sólo para que los niños no se aburran, sino tambien porque no todos los niños captan el mismo metódo de aprendizaje. Al menos eso he notado en mi clase, que lo que funciona con unos, no funciona con otros. Sigue adelante y mucha suerte!

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  2. Gracias Indira!

    Es muy cierto lo que dice y seguiremos adelante. =)

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