viernes, 27 de febrero de 2009

Progreso =)

¡Así es Ale, las llamadas funcionaron! Ale también nos ayudó a llamar a algunos padres, pero en última hora noté que la orden de los números telefónicos se había distorsionado por mi intento de poner los nombres en orden alfabética en Excel, por lo cual Jose y yo llamamos a los padres. Sin embargo, Ale había cumplido con el pedido que le hice.

Siempre me gusta llegar temprano a la clase, pero esta vez llegue justo a la hora porque fui a recoger a tres de nuestras alumnas a Bailey’s. Su mamá me ha pedido que recoja a sus niñas del programa ZAAC en Bailey’s, donde las niñas se quedan por mientras ella trabaja. Y entonces, por ser la primera vez que las recogí, nos tardamos un poquito y además me atreví a promover nuestra clase a las profesoras del programa para que vengan más niños. Una de ellas me dio una dirección electrónica, a la que he tratado de enviar el volante que hice sobre la clase pero mis intentos han sido inútiles porque la dirección no funciona.

Pasando a lo siguiente, con la visita de la profesora Rabin y de la adorable Hannah (perdón, si no estoy deletreando bien el nombre) los niños, las madres y yo nos sentimos contentos. Añadiendo a lo que Ale mencionó sobre la agenda del día, terminamos intentando jugar un juego. Digo, intentamos porque no todos los niños jugaron debido al tiempo y la dificultad de organización. Sin embargo, es nuestro primer juego del que aprenderemos a organizar mejor los próximos.

Yo estoy encargada de los leopardos, quienes son los mayorcitos. Tengo pocos estudiantes (llegaron tres el lunes), pero sus necesidades son avanzadas y numerosas. Siendo que en este grupo los estudiantes no han sido totalmente constantes, tuve que enseñarles el material de la clase pasada; la reglas de acentuación y el criterio de palabras en el castellano. Aunque, quería proseguir a otro tema, vi la necesidad de estos niños por aprender la acentuación y me acople a sus necesidades. Lo cual pienso es esencial, porque el material tiene que estimular paso a paso el aprendizaje del estudiante y no tanto las expectativas del profesor (al menos en nuestro caso).
En general, tuvimos una clase productiva y muy graciosa ya que en el juego una niña escribió amor en italiano por intentar escribirlo en español.

Ale, Jose y yo con la ayuda de Carito (la hermana de Jose) estamos levantando ánimos en los niños por hablar nuestro vasto idioma. Una vez que los niños adiestren lo básico de la gramática, incorporaremos la cultura latinoamericana introduciéndolos a nuestras civilizaciones precolombinas.

¡Ah, como olvidar las ricas galletas que trajo la profesora Rabin, muchas gracias!

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